Monseñor Sixto Sosa


MONSEÑOR SIXTO SOSA DÍAZ


Nació en El Tinaco, Estado Cojedes, Venezuela el 20 de Octubre de 1870. Es el segundo hijo del matrimonio de Francisco Sosa y Matilde Díaz. Fue bautizado, el 8 de enero de 1871, con los nombres de Sixto Ramón. Creció en un hogar profundamente Católico. Estudió sus primeras letras en el Colegio “Bolívar” de Tinaco, su ciudad natal y en 1881 fue llevado a Trinidad para culminar sus estudios el colegio “Santa Ana”. Un auténtico hijo de los llanos venezolanos, de contextura recia, temple firme y rostro sonreído.

El 24 de mayo de 1887 ingresa al "Seminario Josefino de Calabozo". Fue ordenado sacerdote el 22 de Diciembre de 1894 en la Catedral de Calabozo. Era austero y con ánimo emprendedor que le hacía apto para la ardua misión que le confió la Providencia. El 15 de julio de 1896 recibe el título de Doctor en Ciencias Eclesiásticas.

El Pbro. Dr. Sixto Sosa fue nombrado Párroco y Vicario interino de Altagracia de Orituco, el 11 de febrero de 1903; y  el 17 de Febrero de 1903 llega a ese pueblo y emprende allí una fecunda labor que cautiva la atención de sus superiores. En esta población fundó el hospital “San Antonio” con ayuda de los moradores y el apoyo de un grupo de jóvenes a quienes guiaría en su formación espiritual para conformar años más tarde la congregación de las Hermanitas de los Pobres, transformadas luego en Hermanas Carmelitas de la Tercera Orden Regular, liderizada por su gran amiga y colaboradora Madre Candelaria de San José. 

Todo lo refería a Dios, quien era inspirador o móvil último de sus actos.

En Mayo de 1914 fue nombrado Administrador Apostólico de Guayana y consagrado Obispo Titular de Claudiópolis el 31 de Octubre de 1915 y el 17 de agosto de 1923 toma posesión de la nueva Diócesis de Cumaná que comprendía los estados Sucre y Nueva Esparta; diócesis que regirá durante 20 años hasta su muerte.

Se destacó no solamente en lo religioso si no también en lo social, en lo humano y cultural. Después que el terremoto de Cumana, el 17 de enero de 1929 destruyó la catedral (que estaba en construcción entonces), Monseñor Sosa emprendió su construcción. Igualmente reconstruye un colegio y lo pone al servicio de los cumaneses bajo la dirección de las hermanas carmelitas, a quienes construyó una residencia para mejor servicio en la ciudad.

Fue el amor hacia los demás que le impulsó a promover tantas obras en bien de las comunidades donde hacia presencia: hospitales, ancianatos, colegios y, para asegurar la continuidad de estas obras, formaba espiritualmente a su amada  Congregación. Las obras que promovió y en las que invirtió sus haberes, hablan de su profunda caridad encarnada en las necesidades del medio en que le tocó vivir.

Sus trabajos apostólicos, tanto en Altagracia como después en las diócesis de Guayana Y Cumaná, son un testimonio vivo de su total entrega al servicio de Dios y en bien de los demás.

Mons. Sosa entregó su alma a Dios en Caracas, el 29 de mayo de 1943, a los 72 años de edad, rodeado del afecto de algunos familiares y amigos, entre sus últimas palabras ante los dolores de la última lucha: “No se haga, Señor, mi voluntad”. “Me quejo, porque los dolores son muy intensos, no porque no esté conforme con lo que Dios dispone de mí”. Sus restos reposan en Cumaná, en la Iglesia Catedral.  Sin duda era un "hombre de Dios".

 




Dirección: Calle Bolívar, Nº 32. Cumaná, estado Sucre, Venezuela. 
RIF.: J-31164444-0
Teléfono: +58 293-4332303
E-mail: colegio.carmelitas@gmail.com


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